jump to navigation

MI ÚLTIMO POST 17 marzo, 2024

Posted by jmorsa in Noticiones.
add a comment

Con Segundo aún en vida y pensando que sería yo quien dejará este mundo el primero de los dos, tenía entre sus misiones el publicar tanto en mis redes como mi blog escrito un último post a modo de despedida al que le pudiera interesar.

Hoy, tres navidades y pico después de lo ocurrido o dos años y poco después de saber qué este hecho no iba a poder ser por lo evidente; releyendo entre los viejos post sin publicar de un blog, que por culpa de redes inmediatas como Instagram que me permite inundados con mis mierdas y quizá tener más reacciones que si lo pongo por aquí, ha sido una de «¿Y por qué no?» y dejarlo escrito (mejor dicho «reescrito» porque había que darle una vueltita) para quien sabe si, sin yo planearlo, venga como dice Machado «mi último viaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tomar».

Por lo que, como quien se quita una banda de cera caliente, vamos allá con como reza el título «el último post» y puede que con él, el propio cierre el blog (esta vez de verdad, no es un «clip bait»), como parte de mis propósitos 2024, de los cuales, algunos de vosotros habéis sido testigos en Twitter cuando dije que abandonaba la plataforma el pasado 8 de enero salvo fuerza laboral/académica mayor:

¡Hola!

Aunque esto está escrito en un pasado incierto y lo vayas a leer en un futuro que ya no esté y por tanto hablar de lo que siento una vez muerto es un poco lo que se dice «raro, raro, raro», hoy me siento obligado a dedicaros unas palabras mientras reflexionó (en tiempo pasado o presente, como lo queráis ver) sobre la vida de como decía el gran Machado «mi último viaje».

Y es que aunque suene a frase hecha de Paulo Cohelo (al que por cierto, desde aquí todo mi odio si me lee), «la vida es un regalo», pero como regalo que es, uno no lo decide, lo acepta. Te lo dan con toda la buena intención del mundo esperando que te guste, que lo disfrutes y luego tú ya eres el que decides cómo tomártelo o qué hacer con él.

Por eso y aunque quien me conozca más profundamente, sabe que también soy un poco cascarrabias y «hater» porque nunca me han gustado los regalos, y soy de los que agradece y pone caras mientras te abraza agradeciéndolo, has de tomártelo como una oportunidad efímera de experimentar, y es que al contrario que ese regalo físico que te dan en los cumpleaños, por muchas religiones y filósofos que digan que hay «un más allá», a priori y por lo que parece desde un punto de vista empírico, vida, como tal, sólo hay una.

Así que dejaros de posesiones materiales o logros superficiales y apuntar alto, hay quien dice que para llegar a la luna has de apuntar a las estrellas, por lo que os dejo, unos ¿15? «consejitos no pedidos» y/o aprendizajes que me he dado cuenta en esta vida, antes de deciros adiós para siempre (vale que no serán ningún secreto, pero ¡Allá van!):

1. Escoge meticulosamente las relaciones que quieres. Vale que algunos tendrás que soportar y aguantar en tu vida, como ese compañero de trabajo hijo de puta, esa pareja de tu amiga con la que quizá no empatizar del todo, pero que sin duda, tienes que aguantar porque sabes que de otra forma no verías a tu amiga o ese familiar ineludible, pero si lo piensas bien deberían ser un 20% de tus relaciones significativas.

Así que llena ese 80% de personas por un lado, como dice Camilo, «cactus»; donde pese a que esta analogía y psicología barata tiene sus lagunas desde el punto de vista científico, se refiere a los amigos que no te necesitan encima todos los días para seguir ahí y personas «vitamina», donde como dice María Rojas; se caractericen por su empatía, sentido del humor, capacidad resolutiva y optimismo. Al fin y al cabo somos como quien dice una conjunción de las cinco personas que más nos rodean. ¿Recordáis el tema de «mi universo»?

2. No tengas miedo a decir «te quiero». A tu familia, tus amigos, tu pareja… En serio, déjate de pensar que puede resultarles obvio y manifiéstalo todo lo que puedas y te dejen; nunca sabes cuando será tu última vez con ellos. Yo lo predicó bastante y si bien antes me costaba soltarlo, hoy lo digo sin problemas, porque aunque siempre me he comido mis sentimientos; ¿Qué hay de malo en decirlo?

3. Haz lo que te salga del c***. Como si esta lista te la quieres pasar por el escroto o la vagina, haz lo que sientas en cada momento porque en ese momento pensaste que estaba bien y no te arrepientas de ello. La vida son tanto las elecciones que tomamos como las que no, y a veces esos «arrepentimientos» de no haber tomado una opción determinada, nos atormentan. Hazlo y como se suele decir, «y si tienes miedo, hazlo con miedo de todos modos».

4. Ponte metas altas. Lo de apuntar a la luna para llegar a las estrellas es totalmente cierto. Y es que una buena meta, nos ata más a la vida de lo que pensamos. Si no hubiera juntado el punto 3 y este 4, jamás me hubiera ido a Eslovenia; casado, meterme en el mundo de la adopción o dedicarme a lo que actualmente estoy dedicado profesionalmente.

5. Pon límites. Quizá uno de los aprendizajes que más me cuesta llevar a cabo. Y es que si tú no dices «hasta aquí», alguien te exigirá hasta su «aquí», y francamente, puede que no te guste, pero piensa que fuiste el primero en dejarlo «todo fluir» como tal, así que no seas como esos que van de quejarse de lo que hace el gobierno y luego ni votan ¿va?. Y si, te vas a cansar de comillas en este post, pero «no trates como prioridad, a quien te trate como opción» y si alguien tiene que ser prioridad aquí, que sea tú mismo.

6. No todo es el dinero. Si bien Groucho Marx nos decía aquello de «hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero», con el tiempo veras que si bien el dinero te lo pone más fácil o que te preocupes menos. Sin embargo y a la larga, veras como hay personas, abrazos y millones de cosas que tienen un valor incalculable y lo mejor; muchas de ellas ¡son gratis! ¿Volvemos al punto 2?

7. Si tengo las manos llenas no puedo coger nada más. Siguiendo con más dichos es verdad aquello de «quien mucho abarca poco aprieta» y aunque como suele decirse «vendo consejos, que para mí no tengo», con el siempre «poder con todo» al final si tú no dices para, será tu cuerpo quien lo dirá. Mejor a poquito y disfrutando del viaje, que todo a una y luego decir «¿Y ahora qué?». Ya en serio, toma tu tiempo y prioriza, ¿qué cuesta?… ¡pues claro! Pero es mejor escribir a ordenador con dos dedos más seguro, que con cinco y tener que corregir después las faltas jaja.

8. Encuentra tu rincón de pensar. ¡Otro que también baila! Y es que, que te diga que son perugrolladas, no significa que yo las haya podido gestionar como debería. Siempre he querido encontrar mi remanso de paz y puedo decirte que lo encontré pero lo perdí y ando en busca y captura, por lo que si se te ocurre uno ya sabes, usa la herramienta de comentarios jaja. (Así, aunque para mí sea tarde porque ya no esté entre vosotros, puedas servir a algún pupilo perdido), busca ese rincón y explótalo. A veces también es bueno tener tu rinconcito a solas para buscar conclusiones por ti mismo.

9. Es de bien nacido ser agradecido. Nunca entenderé porque la gente no dice más «gracias», «lo siento» o simplemente «buenos días». Siguiendo los cuatro acuerdos toltecas, dice que das lo que recibes por lo que agradece cada momento y cada detalle. Nadie está obligado a escuchar tus problemas, decirte una palabra bonita, ni regalarte un trabajo por haber sacado una carrera x, por lo que intenta agradecer el sol que amanece todos los días lo que puedas, como en el punto 2, nunca sabes pero veras como el mundo te agradece ese agradecimiento.

10. Suelta la culpa. Asignatura que apuesto que ya muerto me dirás aquello de que nunca lo conseguí, jaja. Pero aunque no te lo creas, también dentro de este punto he tenido mis pequeñas victorias, aunque nunca me habrás visto festejarlas. Bloquear a gente de mi vida me ha costado más de una noche sin dormir, pero he conseguido pensar que aunque he sido yo quien dijo «para» a que fue lo mejor, con todo el dolor de mi corazón y apuesto también que el suyo, pero para ambos; decidir hacer esto y no lo otro solo también lo ha sido, aunque como ya te he dicho son cosas que he aprendido, aunque no por ello haber conseguido aplicar como me gustaría.

11. No ser el mejor no significa ser el peor. Acabar la carrera, sacar las oposiciones o tener un puesto directivo en «x» no te hace mejor ni peor que nadie. Da lo mejor de ti que sin duda y quitando cosas incontrolables como ahora mi muerte o cosas así, suele venirte recompensado con creces (eso sí, no tiene por qué venir del mismo sitio). Como ejemplo te diré toda la mierda que he tragado en la educación privada y como hoy, en la publica estoy mejor al sentirme uno más y no andar lamiendo culos para vivir de lo me gusta, me encanta, o mejor dicho, me encantaba jaj.

12. Trátate como a tu mejor amigo. Siempre me he tratado fatal, con el síndrome de impostor rondándome la cabeza más de lo que quisiera y como si no mereciera ser feliz. Por lo que si tú eres de los míos; ¡olvídalo! Se amable contigo y abrazarte cuando lo necesites. Nadie más que tú sabe dónde apretar para decidir seguir luchando.

13. Quita hierro al asunto. Es difícil, no pensar que el mundo es una mierda y a veces me hubiese encantado ser más inconsciente para ser más feliz, pero francamente y pese a lo cascarrabias que he sido siempre, al final he hecho que todo me la sople un pie. ¿Cómo era el libro? ¿El sutil arte de que todo te importe una mierda? Pues eso, un «must» en tu lectura de cabecera.

14. Olvídate de ser feliz. Sí, no me ha dado nada en la cabeza. Y es que por muy extremo que parezca, la felicidad no es un destino al que llegar. Siempre nos han vendido la moto de que va detrás del momento que estás viviendo en este momento. Que cuando estudias para la selectividad, será después en la carrera, que durante la carrera cuando acabes y empieces a trabajar,… Estás metas que sin duda nos han entretenido mucho tiempo, no son más que pajas mentales. Por ende y como dice el Maestro Tortuga a Kunfu Panda «el ahora es un regalo, por eso le llamamos presente», por lo que leeté «El Buscador» de Jorge Bucay y escribe muchos momentos de felicidad en tu vida. =)

¡Ah! ¿qué me he olvidado el quince? quizá porque dejo ese quince para vosotros, los que estáis leyendo mi último adiós, para que en comentarios dejéis ese consejo que no está pero os hubiera gustado leer. Así que ¡ea! con esto y un bizcocho, creo que ya te he entretenido y creo que no doy más de mi, quizá me haya dejado algún item en mi cabeza ya olvidadiza, pero eso nunca lo sabréis.

Solo deciros que gracias por leerme, tanto accidental como intencionadamente. Y si hay un más allá o repetir en otra vida, espero que volvamos a coincidir. Yo por mi parte y como dice Julieta Venegas «me despido de ti y me voy». Eso es todo y como siempre os he dicho mis queridos pupilos y pupilas, no os olvidéis de ser felices todo el tiempo que podáis y en todos lo matices posibles.

Ha sido un placer, gracias por acompañarme en este camino que hoy cierra sus puertas.

¡Hasta siempre!